La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés) publicó recientemente un nuevo informe sobre la trata de personas a nivel mundial. Según el documento, durante 2012 este delito se cometió en 118 países, entre ellos Colombia.
Trata y LA
Antes de analizar el informe de UNODC, es preciso señalar que la trata de personas está tipificada en Colombia a través del artículo 188A de la Ley 599 de 2000 (Código Penal), además, el país cuenta con la Ley 985 de 2005 que traza lineamientos contra ese delito y formula políticas de atención a las víctimas.
Las condenas para aquellos que incurran en esta conducta punible oscilan trece (13) y veintitrés (23) años de prisión, y una multa de ochocientos (800) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Por otra parte, la trata de personas es un delito fuente del lavado de activos en Colombia desde el año 2002, cuando se adicionó al artículo 323 del Código Penal (que castiga el LA) a través de la Ley 747 de 2002.
Mujeres y niñas: principales víctimas
Entrando en materia, el revelador informe de UNODC señala que la mayoría de víctimas de este atroz crimen son mujeres, con un porcentaje que oscila entre el 55% y el 60% del total. Además, preocupa el aumento en los reportes de niñas objeto de trata, las cuales tienen cerca del 27% de participación en la gélida cifra.
Por su parte, los hombres víctimas ocupan entre el 14% y 18% del total, mientras que el número de niños varones objeto de trata oscilan entre el 8% y 10% del global de víctimas.
Gráfico UNODC
Formas de explotación
La trata de personas es un delito a través del cual organizaciones criminales raptan personas (adultos y niños) con el fin de trasladarlas –la mayoría de las veces– a territorios ajenos a su lugar de residencia con el fin de explotarlos. Por lo general las víctimas son ‘movidas’ al interior de sus países, aunque en el peor de los casos son llevadas a otros continentes.
Las modalidades más conocidas de explotación son la prostitución, el trabajo forzado, la mendicidad, el reclutamiento forzado para grupos al margen de la ley y la extracción de órganos. También es preciso destacar que existen otras formas de sometimiento como los matrimonios forzados y las adopciones ilegales.
Entre las regiones consideradas en este informe se observó que el trabajo forzado fue más alto en África, el Oriente Medio, Asia meridional, Asia oriental y Asia del Pacífico. Por su parte, la explotación sexual fue mayor en América, Europa y Asia central.
El documento también observa que existe una ‘‘amplia variedad de tipos de tráfico (nacional, intrarregional e interregional), así como las formas de explotación, las cuales en algunos casos tienen una clara relación geográfica. Tal es el caso del tráfico de niños en el continente africano para ser utilizados como soldados y para varios rituales’’.
¿Quiénes son los delincuentes?
Según UNODC, aunque la mayoría de los tratantes son hombres (alrededor de dos terceras partes del total), la participación de las mujeres es más alta para este delito que para otros. Las cifras indican que cerca del 30% de las condenas emitidas por este flagelo a nivel mundial corresponden a mujeres.
UNODC afirma que ‘‘los análisis estadísticos muestran que la participación de mujeres en el tráfico es más frecuente en la modalidad de trata de niñas’’. El citado documento también agrega que ‘‘los estudios cualitativos sugieren que las mujeres involucradas en la trata de personas se encuentran, normalmente, en posiciones de bajo rango al interior de las redes de trata porque son las encargadas de llevar a cabo tareas que ofrecen mayor exposición al riesgo de detección y enjuiciamiento’’. Mientras ellas reclutan, los hombres dirigen y coordinan.
Respecto a las nacionalidades, el informe apunta que la mayoría de delincuentes condenados tienen la misma nacionalidad de las personas tratadas. No obstante, la tasa de extranjeros hallados culpables en los diferentes países por este delito (aproximadamente el 25% del total) es superior a las sentencias emitidas contra extranjeros por otros delitos.
Avances en lucha contra el fenómeno
UNODC señala que en los años recientes ‘‘se ha avanzado mucho en lo que respecta a la lucha contra la trata de personas, especialmente desde la entrada en vigor del Protocolo de 2003. Ciento treinta y cuatro (134) países y territorios en el mundo la han tipificado como delito (…) además, el número de los países que todavía no la penalizan se redujo en más de la mitad entre 2008 y 2012’’.
Sin embargo, los avances en torno a las condenas no se vislumbran, ya que el 16% de los 132 países que abarcan este informe no registró condena alguna por trata de personas entre los años 2007 y 2010. Incluso muchos países monitoreados que registraron condenas reportaron disminuciones en el número de estas en comparación con años anteriores.
Ante esta paradoja, el documento destaca que los países tienen retos significativos en los esfuerzos para aplicar plenamente el Plan Mundial de Acción de las Naciones Unidas contra la Trata de Personas en tres áreas específicas:
- Conocimiento e investigación
- Creación de capacidad y desarrollo
- Seguimiento y evaluación
Según UNODC, ‘‘el progreso en estos frentes ayudará a la comunidad internacional a poner fin al abominable crimen de la trata de personas’’.
La realidad en Colombia y la región
El informe asevera que cualquier persona es una potencial víctima de la trata de personas, en razón de la multiplicidad de modalidades de explotación ejecutadas por las redes dedicadas a este delito. En igual sentido, reporta que entre 2007 y 2010 miles de personas de 136 nacionalidades fueron tratadas durante 2012.
Respecto a Colombia, el reporte señala que las principales modalidades de explotación usadas por los tratantes en el país son la prostitución forzada, el matrimonio forzado, la pornografía, la mendicidad, el reclutamiento para grupos ilegales y la venta de bebés.
Contrario a lo ocurrido en años anteriores, Colombia ya no solamente es un país de origen de trata (es decir, desde el cual proceden los raptados), sino también de transito de víctimas. Lo anterior se fundamenta en el hallazgo en años recientes de gran cantidad de ciudadanos extranjeros –en su mayoría orientales– en varias latitudes del territorio nacional.
Finalmente, a continuación se resaltan las principales conclusiones del informe en relación con Colombia y Sudamérica:
- La gran mayoría de las víctimas detectadas en América son mujeres y niñas.
- Alrededor del 27% de las víctimas son niñas y niños.
- El 51% de las víctimas detectadas fueron objeto de trata para la explotación sexual y el 44% para trabajos forzados.
- La mayoría de los flujos de tráfico que involucran a América son intrarregionales, es decir, los delincuentes tienen la misma nacionalidad de las personas que tratan.
- Las víctimas del este asiático representaron más del 20% del número total de víctimas detectadas en América.
Gran parte de las víctimas de América fueron detectadas en Europa occidental.
Gráfico UNODC
Nota: para consultar el informe completo ingrese a http://is.gd/LUhEvn