El presunto incumplimiento de varios controles y la falta de rigor en algunos procesos habría dado lugar a la comisión de posibles actos de corrupción al interior de la empresa fabricante de aeronaves.
Airbus tendrá que pagar más de USD 3000 millones de dólares en multas para cerrar las investigaciones de presunta corrupción que cursaban en su contra en Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
Más allá de lo estrambótico de la cifra y del escándalo que ha generado la noticia, es mucho lo que los oficiales de cumplimiento de Colombia y de Latinoamérica pueden aprender de este caso para fortalecer sus propios sistemas contra la corrupción y el lavado de activos.
La dependencia con mayores fallas
Lo primero que se puede mencionar es que entre los años 2008 y 2015 Airbus tuvo una oficina de marketing y estrategias (SMO en inglés), encargada de supervisar las actividades de desarrollo empresarial del grupo.
Según un documento del Ministerio de Justicia de Francia, la misión de la SMO era la de “apoyar las ventas realizadas por todas las divisiones del grupo Airbus y, en particular, gestionar las actividades de desarrollo empresarial”.
Desde 2008, la SMO también gestionó proyectos de desarrollo de mercado internacional y también solía ser usada “para ofrecer una remuneración adicional a ciertos intermediarios comerciales”.
Fue justamente la SMO, de acuerdo con lo expuesto por la autoridad francesa, la oficina que habría participado en la negociación de presuntos pagos irregulares a altos directivos de sus clientes con el propósito de cerrar negocios.
Sin embargo, esa oficina tenía que solicitar la aprobación de un Comité de Desarrollo y Selección (COSC en inglés) para establecer la relación con socios comerciales y para invertir fondos en los diferentes proyectos de desarrollo internacional.
El comité estaba conformado, entre otros, por el director financiero, el director de cumplimiento y un representante comercial de Airbus; así como por el gerente, el director de cumplimiento y el director legal de la SMO.
Paso a paso del caso Airbus y Avianca
Los errores del comité de cumplimiento
El Ministerio de Justicia francés señaló en su investigación que debido a la dificultad de sus miembros para reunirse regularmente y para preparar las decisiones, al interior del Comité se crearon dos subcomités: el Sub-COSC y el Pre-COSC.
Al primero le asignaron la tarea de validar los compromisos con los intermediarios comerciales, mientras que el segundo quedó encargado de proponer proyectos de desarrollo internacional y ponerlos en consideración del Comité.
Si bien los protocolos internos de Airbus establecían que “cualquier contratación” de un intermediario comercial tenía que ser estar precedida por una auditoría realizada por la SMO y presentados sus resultados a los subcomités, las investigaciones –citadas en el documento oficial del Ministerio de Justicia francés– señalaron que “en varios casos, la información comunicada a estos comités ha sido incompleta, engañosa o inexacta”.
Además, agrega el reporte, “en algunos casos, la auditoría preliminar se llevó a cabo demasiado rápido, y a veces, incluso, a posteriori por la SMO, cuando el Sub-COSC y el Pre-COSC ya habían dado su aprobación”.
El comité habría fallado porque, señala el Ministerio de Justicia, “parecía que (...) generalmente aprobaba las propuestas que habían sido transmitidas por los subcomités sin llevar a cabo un examen detallado del proyecto de inversión o las condiciones de contratación del intermediario”.
30 señales de alerta de posible corrupción
La cereza del pastel fue que a pesar de en 2008 una directriz interna de Airbus estipuló que no se podría pagar una compensación mayor de USD 15 millones de dólares a los intermediarios, “las investigaciones han demostrado que, en varios casos, se ha prometido una remuneración mucho mayor a los intermediarios y se ha pagado por varios medios engañosos (...)".
Entre dichos medios fraudulentos habría "préstamos ficticios, sin que sea posible conocer exactamente la naturaleza y el contenido de servicios que estos intermediarios realmente habían prestado a Airbus”.
Así las cosas, este cúmulo de inconsistencias –y la promesa y eventual pago de sobornos– fueron las que llevaron a varias autoridades del mundo a abrir investigaciones en contra de Airbus.