Los sujetos obligados con la implementación del SARLAFT 4.0 le reportaron a la Superintendencia Financiera avances de hasta el 50%.
Son varios los temas que, por estos días, ocupan el tiempo de los oficiales de cumplimiento del sector financiero.
El primero de ellos es la implementación del nuevo Sistema de Administración de Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, también conocido como SARLAFT 4.0.
Las cosas parecen ir muy bien: en una reciente encuesta, realizada por la Superintendencia Financiera, la mayoría de oficiales de cumplimiento reportó avances del 50%.
Sin embargo, la organización del trabajo remoto en este tiempo de pandemia y las recientes sanciones por fallas en el nombramiento y posesión de oficiales de cumplimiento también son asuntos relevantes para estos profesionales.
Por ese motivo, Infolaft entrevistó a Cesar Reyes Acevedo, Delegado para Riesgo de LA/FT de la Superintendencia Financiera, con el propósito de conocer su opinión sobre el cúmulo de temas importantes en lo que hace referencia a la prevención del lavado de activos.
Infolaft:
Quisiéramos hablar acerca del rol de los oficiales de cumplimiento en este tiempo excepcional de gestión del riesgo de lavado de activos en medio de una pandemia. En su concepto, ¿el rol del oficial de cumplimiento ha tenido algún cambio a raíz de este tiempo de emergencia?
César Reyes:
En el momento inicial de la pandemia y con el propósito de hacer presencia en las entidades vigiladas enviamos a la gran mayoría de ellas, una serie de encuestas con el objetivo de conocer cómo estaban gestionando el riesgo de LA/FT frente a la nueva realidad.
Las entidades vigiladas atendieron el requerimiento del supervisor y como parte de las conclusiones que obtuvimos en esa primera encuesta vimos que, efectivamente, ellas habían pasado de trabajar presencialmente “in situ” a hacerlo de manera virtual, incluyendo dentro de esa virtualidad, las labores de los oficiales de cumplimiento y de sus áreas de trabajo.
En algunas zonas del país, como en Antioquia, por ejemplo, se demoraron un poco más en comenzar a trabajar de forma remota.
Sin embargo, en el momento crítico de la pandemia todas las áreas de cumplimiento laboraron de esa manera, reconociendo así las circunstancias que demandaba tanto la nueva realidad, como roles de los oficiales de cumplimiento y sus equipos de trabajo.
Con ocasión de esta encuesta, la cual se realizó en tres oportunidades durante el año 2020, también evidenciamos que en ninguna de las entidades vigiladas hubo disminución del recurso humano, por el contrario, este se mantuvo, al igual que la tecnología disponible para soportar sus labores.
A su vez, los oficiales de cumplimiento señalaron que a raíz de la pandemia habían tenido que -de alguna manera- modificar sus señales de alerta y su segmentación para que reflejaran las circunstancias que la nueva realidad estaba demandando y que las recientes tipologías y alertas, les obligaba a reconocer.
En agosto pasado la Delegatura para Riesgo de LA/FT volvió la a remitir una segunda versión de la encuesta, la cual se replicó en las mismas entidades vigiladas destinatarias de la inicial y cuyos resultados no solo ratificaron los hallazgos de la primera, sino que además nos permitieron saber que los oficiales de cumplimiento mantenían su trabajo desde casa y continuaban con el apoyo de sus áreas internas, juntas directivas y asambleas de accionistas, adelantando sus labores para prevenir el LAFT.
En esa oportunidad los oficiales de cumplimiento también manifestaron que tuvieron que hacer ajustes a los procesos de vinculación y de conocimiento del cliente a raíz de la virtualidad.
Para cerrar este ciclo de supervisión remoto por parte de la Superintendencia Financiera, acabamos de realizar una tercera encuesta con la que pretendemos obtener nueva información y, eventualmente, ratificar las conclusiones a las que habíamos llegado en las dos anteriores.
Infolaft:
Entonces, en un primer momento, los oficiales de cumplimiento adoptaron el esquema de trabajo remoto. ¿En este momento los oficiales de cumplimiento cómo están trabajando?, ¿ya regresaron a sus oficinas o continúan teletrabajando?
César Reyes:
La tendencia se mantiene. Es decir, permanece el trabajo remoto. Sin embargo, sabemos que en la medida en que el país ha venido retomando la normalidad, algunos oficiales de cumplimiento ya están asistiendo a sus sedes habituales de trabajo.
La regla general es que las áreas de cumplimiento se mantienen en la modalidad de trabajo remoto, pero eso depende de cada tipo de entidad y frente a este tema es importante destacar que la Superintendencia Financiera respeta la autonomía que tienen las entidades vigiladas para determinar si continúan con dicho esquema de trabajo o regresan a la presencialidad en sus instalaciones o sedes principales.
Infolaft:
En un foro realizado este año por Infolaft usted mencionó que la segmentación tenía que cambiar debido a que las circunstancias cambiaron. Lo mismo con las políticas de prevención del LA/FT. ¿Dentro de su ejercicio de supervisión qué han encontrado?, ¿las entidades financieras hicieron esos ajustes?
César Reyes:
Para contextualizar la respuesta sea lo primero señalar que a raíz de la pandemia tuvimos que hacer algunos cambios en la estrategia de supervisión 2020, sobre todo porque la nueva realidad nos impedía hacer labores de inspección de manera presencial en las sedes de las entidades vigiladas.
Sin embargo, tanto en la Delegatura para Riesgo de LA/FT como en la Superintendencia Financiera, mantuvimos el ciclo de supervisión de la manera como estaba previsto y aprobado, con la salvedad que lo gestionamos y desarrollamos de una manera diferente.
En esas labores de supervisión efectivamente verificamos que las entidades financieras hubieran modificado su metodología de segmentación para que ellas reflejaran la nueva realidad, los nuevos riesgos y las nuevas tipologías, asuntos que además fueron ratificados con los resultados de las encuestas a las que ya he hecho mención.
Infolaft:
Este año han quedado en firme once sanciones por diversos incumplimientos relacionados con el SARLAFT y muchas de ellas se basan en problemas con el nombramiento de oficiales de cumplimiento principales o suplentes. La regla general parece ser que cuando un oficial de cumplimiento se retira, la entidad financiera se demora mucho en buscarlo y nombrarlo. ¿En todo momento las entidades financieras deben tener oficial de cumplimiento principal y suplente?
César Reyes:
La norma exige que las entidades vigiladas cuenten con un oficial de cumplimiento principal y con uno suplente de manera simultánea, ambos debidamente posesionados ante la Superintendencia Financiera de Colombia.
De acuerdo con lo establecido en el SARLAFT, la norma legal dispone que el oficial de cumplimiento suplente debe reemplazar al principal, que es de primer nivel jerárquico, dentro de la estructura organizacional y frente a las faltas temporales o absolutas del titular.
De acuerdo con lo anterior las entidades vigiladas, como regla general, deben tener un oficial de cumplimiento principal y uno suplente de manera simultánea, y la omisión a tal deber es lo que pretendemos sancionar con las acciones que empleamos.
Infolaft:
¿Deberían las entidades financieras tener un tercer suplente alterno para nombrarlo en caso de que el suplente se retire?, ¿pueden los sujetos obligados tener una preaprobación por parte de ustedes de un oficial de cumplimiento para evitar presentarles candidatos que no puedan ocupar el cargo y demorar los procesos de nombramiento y posesión?
César Reyes:
La norma establece que deben existir un oficial de cumplimiento principal y uno suplente.
Mal haría la Superintendencia Financiera en exigirle a las entidades vigiladas algo distinto que iría más allá del mínimo normativo. Sin embargo, hay entidades que por prudencia o por diligencia han optado por tener un tercer o un cuarto oficial de cumplimiento.
Las sanciones no se limitan a castigar la ausencia de uno o de otro. La Superintendencia Financiera también sanciona la falta de gestión por parte de las entidades en designar de manera oportuna a la persona que reemplace al profesional que hace falta.
No es suficiente solo con designar al ausente, sino que además sancionamos la no posesión y la no postulación de las personas que cumplan y reúnan los requisitos, esos mínimos establecidos en la norma en cuanto a conocimiento técnico e idoneidad profesional.
Infolaft:
¿Qué cosas nuevas vienen para el 2021, desde el punto de vista del SARLAFT 4,0?, ¿qué consultas han hecho los oficiales de cumplimiento?
César Reyes:
Hay muchas expectativas respecto a cómo las entidades vigiladas implementarán el SARLAFT 4.0.
La Circular Externa 027 de 2020 empezó a regir desde el momento de su publicación, esto es desde el 2 de septiembre de 2020.
No obstante, la norma tiene un régimen de transición que le permite a las entidades vigiladas tener como plazo máximo para su implementación total hasta el 1 de septiembre del año 2021.
Desde la Superintendencia Financiera vamos a estar acompañando a las entidades vigiladas en este proceso.
Precisamente, en la última encuesta que remitimos para cerrar el ciclo de supervisión 2020, incluimos una serie de preguntas para hacerle seguimiento a la implementación del SARLAFT 4.0 y con base en esos resultados, podremos determinar cuáles son las entidades que están teniendo dificultades o alguna complejidad en el desarrollo y ajuste de sus sistemas de administración de riesgos a la nueva disposición legal.
Durante un evento reciente, el 95% de los oficiales de cumplimiento presentes manifestó que ya llevaban más del 50% de avance en el SARLAFT 4.0 y lo que buscamos es precisamente evidenciar ese grado de implementación para determinar señales tempranas frente a los posibles inconvenientes que se puedan llegar a presentar.