A mediados de diciembre de 2014 la UIF estadounidense (Fincen por su sigla en inglés) impuso una multa de U$1 millón de dólares contra Thomas Haider, exjefe de cumplimiento de MoneyGram, por varias fallas en los sistema antifraude y antilavado de la entidad que dieron lugar a un millonario fraude contra cientos de clientes.
De acuerdo con un informe publicado por el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Thomas Haider era el responsable de asegurar la implementación y el mantenimiento del sistema de prevención de lavado de dinero de MoneyGram, además de la entrega de ROS a Fincen. Haider ocupó su cargo desde 2003 hasta mediados de 2008.
Contexto del fraude
De acuerdo con el informe del fiscal, desde 2003 hasta el momento en que Haider fue oficial de cumplimiento (2008) hay certeza de que varios agentes y puntos de venta de MoneyGram en EE.UU. y Canadá fueron usados en esquemas creados para defraudar al público, usando los sistemas de transferencia de la entidad para facilitar la operación.
El fraude consistió en que varios agentes y puntos de venta solicitaron a muchos clientes datos como el correo electrónico o el número telefónico para después contactarlos y decirles que se habían ganado la lotería o que los llamaban desde un canal reservado exclusivo para compradores secretos con el fin de ofrecerles grandes premios, cuando la única finalidad era estafarlos.
Para obtener el premio los supuestos ganadores (que en realidad eran las víctimas) debían hacer unos pagos por medio de MoneyGram. Una vez hechos lo pagos los agentes corruptos involucrados retiraban el dinero y lo repartían entre sus cómplices. Muchos de los agentes de MoneyGram participaron en esto y fueron encarcelados.
Producto de todo esto MoneyGram tuvo que pagar una multa inicial de U$18 millones de dólares en 2009 y otra de U$100 millones en 2013, la cual se usó para reparar a las víctimas.
Factores agravantes
El informe del fiscal señala que a finales de 2007 y principios de 2008 el entonces Director de Fraude de MoneyGram, al parecer un superior de Haider, detectó que el estado de Nueva York era uno de los cuatro estados en los que más había fraudes y que los agentes y puntos de venta de esa ciudad participaron en 2007 en el 10% de todos los fraudes cometidos de EE.UU.
Tras esto al interior de MoneyGram se percataron de que Nueva York era una jurisdicción de riesgo, que los agentes del barrio chino generaban especial preocupación y que la ruta entre Nueva York y China debía ser considerada de alto riesgo.
Finalmente, en octubre de 2007 Haider fue informado de que la DEA había incautado fondos de un punto de venta de MoneyGram en Brooklyn por estar presuntamente vinculado a una investigación de lavado de dinero.
Poco después el entonces Director de AML y Fraude de MoneyGram le informó a Haider que se habían reportado operaciones sospechosas tramitadas por ese punto de venta de Brooklyn que ascendían a U$2 millones de dólares y que dichos ROS básicamente hacían referencia a clientes que usaban una única identificación al mismo tiempo para hacer las transferencias. Sin embargo, hasta ese momento MoneyGram no había entregado un ROS acerca de ese canal de distribución.
Las inconsistencias concretas del sistema antilavado
De acuerdo con el citado documento, las siguientes fueron las fallas concretas de Haider.
Fallas en implementar una política disciplinaria
Haider falló al no garantizar que MoneyGram implementara una política disciplinaria interna para los agentes y puntos de venta de la entidad sobre los cuales se conociera o se sospechara que estaban envueltos en casos de fraude o lavado de activos.
No terminar la relación con agentes o puntos de venta de alto riesgo
Haider falló al no garantizar que MoneyGram cesara a agentes o puntos de venta sobre los cuales se supiera o se sospechara que estaban envueltos en casos de fraude o lavado de activos, incluyendo aquellos puntos de venta sobre los cuales el propio Haider había reportado como de alto riesgo.
No entregar a tiempo los ROS
Haider falló al no garantizar que MoneyGram cumpliera su obligación de entregar a tiempo los ROS, entre otras razones porque mantuvo el sistema antilavado a pesar de que a las personas responsables de entregar los ROS no se les entregó información poseída por el departamento de fraude de la misma entidad que podía haber resultado en ROS contra agentes y puntos de venta específicos.
No conducir de forma efectiva las auditorías de agentes y puntos de venta
Haider falló al no garantizar que MoneyGram realizara auditorías efectivas sobre agentes y puntos de venta, incluyendo puntos de venta y funcionarios que habían sido suspendidos por estar envueltos en fraudes o lavado de activos.
No realizar una adecuada debida diligencia sobre agentes y puntos de venta
Haider falló al no asegurar que MoneyGram realizara una adecuada debida diligencia, lo cual llevó a que se concesionaran puntos de venta a agentes que previamente fueron retirados de otras compañías transmisoras (de dinero) y concesionar puntos a personas sobre las cuales el personal de MoneyGram sabía o sospechaba que estaban envueltos en fraudes o lavado de activos.
El informe del fiscal agregó que como consecuencia de las fallas aquellos agentes o puntos de venta sospechosos pudieron continuar usando el sistema de transferencia de MoneyGram para cometer sus ilícitos y muchos clientes perdieron importantes sumas de dinero al ser engañados tras enviar dinero a los perpetradores del fraude.