Esta tarde el Grupo de Acción Financiera Internacional (Gafi) publicó una declaración en la que destaca ‘‘el progreso considerable de Brasil para hacer frente a las graves deficiencias detectadas en sus informes de evaluación mutua’’. Sin embargo, se mostró inquieto por algunas ‘‘cuestiones importantes que siguen sin resolverse’’.
En febrero de 2016 el Gafi publicó un comunicado a través del cual expresó su preocupación por la ‘‘falta continua de Brasil para remediar las deficiencias graves identificadas en su tercer informe de evaluación mutua’’, el cual data de junio de 2010. En ese momento la gran falla del gigante sudamericano fue no tipificar la financiación del terrorismo.
Ante esa seria advertencia el Gobierno de Brasil despertó de su letargo y logro que el pasado 16 de marzo fuera promulgada la ley 13260 que tipifica la financiación del terrorismo.
Con ese referente normativo bajo el brazo los delegados brasileños defendieron esta semana en la plenaria de Gafi, que tuvo lugar en París (Francia), el compromiso del país con el cumplimiento de los estándares internacionales. A raíz de esa emisión legal Gafi decidió no considerar una sanción.
No obstante, el camino no se ha despejado del todo, ya que Gafi también manifestó que ‘‘todavía existen una serie de deficiencias que Brasil debe abordar con el fin de alcanzar un nivel satisfactorio de cumplimiento de los estándares’’. Además advirtió que ‘‘si el progreso suficiente no se hace antes de febrero de 2017, el Gafi va a considerar la adopción de otras medidas, incluyendo la emisión de otra declaración pública’’.