Las redes fiscales son un fenómeno a nivel global, regional y nacional que va en crecimiento. Estas herramientas surgen como la respuesta necesaria a la explotación por parte de las asociaciones de los avances tecnológicos y el desarrollo de los procesos de intercambio de información.
Con el paso del tiempo el mundo se convierte cada vez más en lo que muchos denominan “aldea global” y resulta cada vez más fácil para los criminales buscar formas de evadir la ley. Si los delincuentes están a la vanguardia y aprovechan las ventajas de las comunicaciones modernas para cometer crímenes, se hace más que imperativa una reacción correspondiente por parte de las entidades encargadas de investigar y judicializar a los perpetradores de dichas actividades delictivas.
El presente artículo pretende ser una ventana al fenómeno de las redes fiscales como un mecanismo efectivo que permite desarrollar espacios de socialización entre los fiscales de distintas naciones y regiones que cada vez toma más fuerza alrededor del mundo. Al hablar de “espacios de socialización” se hace referencia a que el hecho de pertenecer a una red o asociación permite a los fiscales y procuradores compartir información, experiencia y buenas prácticas facilitando y haciendo más eficientes los procesos de judicialización de crímenes como LAFT.
La IAP
En primera medida, resulta pertinente mencionar a la Asociación Internacional de Fiscales (IAP por sus siglas en inglés) con sede en La Haya, Países Bajos. Ésta organización surgió en 1996 con el fin de ser una autoridad global para los fiscales en el ejercicio de acciones penales y con el propósito de operar como una organización internacional que sirviera como marco de referencia en cooperación. Hoy, 16 años más tarde, la IAP cuenta con más de 145 miembros organizacionales y 1500 miembros individuales.[1]
En éste punto cabe anotar que se entienden como “miembros organizacionales” a los individuos adscritos a fiscalías de determinado país o a entidades como Eurojust o la Corte Penal Internacional. Ejemplos de lo anterior en Suramérica son Argentina, Brasil y Venezuela, países que cuentan con representantes miembros de la Asociación que provienen de instituciones como la Fiscalía General de la Nación, la Asociación Nacional de Fiscales de la República y el Ministerio Público respectivamente.
Resulta interesante analizar cómo instrumentos de la naturaleza de la IAP permiten y promueven el surgimiento de otras herramientas útiles en materia de redes de colaboración entre fiscales como la Red Global de Fiscales para Crímenes Cibernéticos, la cual fue concebida con el fin de fomentar la cooperación internacional, permitir a las jurisdicciones desarrollar enlaces que permitan la efectiva judicialización de crímenes cibernéticos y promover la convención que hace referencia a tales delitos.
También conviene resaltar que la anterior es una herramienta útil en la actualidad, debido a que el crimen cibernético va en aumento a través de actividades como el fraude bancario, delitos con tarjeta de crédito, robo de identidad, reclutamiento por parte de grupos terroristas, entre otros. Por ende, es conveniente para los fiscales contar con un instrumento que les brinde asistencia en el momento de enfrentar los problemas legales y técnicos que traen consigo este tipo de actividades delictivas.
En esa misma línea, es posible mencionar que la IAP también cuenta con otro instrumento denominado Foro de Justicia Penal Internacional (FICJ por sus siglas en inglés), el cual resulta ser un espacio en el que fiscales con años de experiencia de forma individual y segura comparten conocimiento alrededor del mundo con otros fiscales que pueden estar enfrentándose a casos poco comunes. El propósito principal del FICJ es comenzar un proceso de cooperación mundial en el que se preserve el legado de los tribunales ad-hoc respaldados por las Naciones Unidas.
Por otra parte, con respecto a las redes internacionales también resulta pertinente mencionar a la Red Internacional de Justicia Penal (ICLN por sus siglas en inglés) la cual es un mecanismo que promueve la interacción social y científica entre académicos y profesionales en derecho penal a nivel internacional que facilita el intercambio de conocimiento. La ICLN opera desde La Haya, ciudad que también aloja organismos de naturaleza similar como Eurojust, Europol y la Corte Penal Internacional.
Redes regionales
Con respecto a Eurojust, se debe destacar este excelente ejemplo de red regional direccionada a temas penales y de justicia, pues se trata de un mecanismo encargado de promover la cooperación entre las autoridades judiciales e investigativas relacionadas con delitos graves que afectan a dos o más Estados miembro de la Unión Europea.
Anualmente se realizan más de 120 reuniones al interior de Eurojust, en las que participan autoridades nacionales judiciales y fiscales de los Estados miembros y se tratan temas relacionados con delitos considerados como prioritarios por el Consejo de la Unión Europea: terrorismo, narcotráfico, tráfico de seres humanos, fraude, corrupción, delito informático, blanqueo de capitales y otras actividades ilegales relacionadas con la presencia de grupos delictivos organizados en la economía. En dichos encuentros se resuelven las cuestiones relacionadas con la tramitación de los asuntos y se planifican las acciones operativas que demandan las investigaciones. También, vale la pena mencionar que Eurojust presta ayuda en la resolución de conflictos de jurisdicción en los casos en que más de una autoridad nacional sea competente para llevar a cabo una investigación o una actuación judicial sobre un caso concreto.[2]
En cuanto a América Latina, vale la pena mencionar a la Red Iberoamericana de Cooperación Jurídica Internacional (IberRed), la cual es un organismo que une a enlaces de cada uno de los países miembro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones. Se entiende por enlaces a los funcionarios escogidos por la autoridad central de cada país para cada uno de los instrumentos internacionales, con el fin de facilitar y acelerar la cooperación internacional. Dentro de la Red también existen los puntos de contacto que son las personas provenientes de los Ministerios Públicos, de Justicia y Fiscalías de las naciones que hacen parte de la Organización.[3]
Básicamente éste resulta ser un mecanismo regional sumamente importante, debido a que constituye un espacio para compartir información sobre los diferentes sistemas legales de cada país e impulsa la optimización de la cooperación internacional en materia de justicia civil y penal.
Por otra parte, también conviene hacer mención a REFCO (Red de Fiscales Contra el Crimen Organizado y Narcotráfico de Centroamérica), una iniciativa de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) que tiene por objetivo promover una comunicación efectiva entre los fiscales del crimen organizado en América Central. Dicha entidad representa un buen ejemplo para Suramérica en la medida en la que fomenta actividades conjuntas como talleres que contribuyen a intercambiar información relevante acerca de buenas prácticas y esquemas de investigación. De igual forma, cabe señalar que la Red contribuyó al establecimiento de un programa de capacitación que permite que la formación de los fiscales especializados de la región se brinde de forma uniforme y actualizada, con el fin de prepararlos para los retos que impone el crimen organizado trasnacional relacionado con LAFT.[4]
Por último y con el fin de referirse al caso colombiano, es pertinente mencionar a la Asociación Nacional de Fiscales que nació en mayo de 2011 con el propósito de brindar apoyo a sus miembros, en la medida en que busca fortalecer sus capacidades profesionales a partir de un espacio que fomenta la expresión y la integralidad.
Hasta el momento, la Asociación se encuentra en proceso de estructuración, sin embargo ya cuenta con herramientas interesantes que contribuyen a las buenas prácticas entre los asociados como la biblioteca virtual que contiene libros, artículos y sentencias; información actualizada de eventos relacionados con actividades de los fiscales asociados, noticias y otros datos relevantes que contribuyen a un acercamiento continuo entre funcionarios basado en el intercambio de conocimiento e información.
Redes hacia el futuro
Con respecto a las redes fiscales en la actualidad, es posible decir que imaginar una conexión más amplia y universal entre cada red de cada país, región e incluso del mundo constituye un reto pero no una realidad lejana. Estamos acercándonos cada vez más a un mundo en donde la conexión e integración global puede llegar a constituir un todo, y sería un importante baluarte para la sociedad la creación de espacios de interacción global plena y efectiva, en la medida que los mismos sean utilizados para combatir actividades delictivas como el LAFT y delitos conexos.
Las redes fiscales seguirán evolucionando con respecto al desarrollo de actividades delictivas y su tendencia a la adaptabilidad a nuevas y mejores formas de interacción producto de los avances tecnológicos que se avecinan. Por ende, es importante apoyar este tipo de iniciativas y fomentar la vinculación a esta clase de mecanismos que permiten mejorar el ejercicio de las funciones de los fiscales en la medida en que brindan un acceso más fácil y efectivo a la información y por ende pueden llegar a potencializar sus conocimientos.
[1] IAP, Bienvenida del Presidente en: http://www.iap-association.org/default.aspx
[2] Acerca de Eurojust en: http://eurojust.europa.eu/about/background/Pages/history.aspx
[3] Estructura IberRed en: http://www.iberred.org/
[4] Primer encuentro de la Red de Fiscales. En:http://www.unodc.org/mexicoandcentralamerica/es/webstories/2011/DiagnosticoRedFiscales.html