La legislación mexicana para prevenir el lavado de activos en seguros y fianzas fija tiempos para el reporte de operaciones sospechosas y permite homologar riesgos a nivel sectorial.
Durante su participación en el COPADES, Érika Montaño, experta mexicana con amplia experiencia en cumplimiento, hizo una detallada exposición sobre varias de las novedades regulatorias para prevenir el lavado de activos en su país.
Montaño señaló que los sujetos obligados del sector tienen 60 días para presentar ante sus comités ALD las operaciones que deban ser objeto de mayor revisión.
Además, una vez se confirmen y dictaminen, tendrán tres días para reportar la operación sospechosa ante la autoridad.
Otra de las novedades regulatorias expuestas en el COPADES*, evento internacional realizado en Cancún y que convocó a decenas de profesionales de doce países, consiste en la posibilidad de homologar riesgos a nivel sectorial.
Si bien dicha homologación está permitida, Montaño sugirió “considerar análisis individualizados”, toda vez que no es recomendable copiar modelos o políticas de otras empresas.
Por otra parte, los sujetos obligados en México también tienen un marco que define qué hacer ante contingencias sanitarias o desastres naturales.
Incluso la norma contempla eventuales excepciones para el conocimiento del cliente –de hasta ocho meses– con el propósito de no afectar negativamente a los usuarios en situaciones de emergencia.
Enfoque basado en riesgo en México
La conceptualización e integración del enfoque basado en riesgo EBR es otra de las grandes novedades en México.
Según Montaño, el EBR, promovido por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) desde hace varios años, “no solo se debe ver como un capítulo, sino como un marco especifico que debe guiarnos en la implementación de la política”.
La experta mexicana lo explicó con una frase: “el EBR significa saber conocer cómo conocer a nuestro cliente”.
De acuerdo con su análisis, es importante que las empresas sepan qué información tienen disponible para saber conocer a sus clientes.
Finalmente, recordó que los ejes del conocimiento del cliente son el tipo de persona, nacionalidad, grado de riesgo y tipo de productos adquiridos.
“Esos ejes nos indicarán qué debida diligencia debemos incorporar y cómo documentarla”, agregó.
*Cubrimiento especial de Infolaft en el COPADES 2021.